Mi experiencia de Erasmus en Orléans

Hola!

Mi experiencia Erasmus en Orléans (Francia) fue una acumulación de sorpresas y buenas experiencias que me marcó para siempre.

La ciudad es preciosa, con su casco histórico, su catedral, los bulevars, el río... Quedé enamorada desde el primer dia que llegué y vi esos colores: el blanco de las paredes de las casas, el azul marino de la pizarra de los techos y los colores de las puertas y ventanas pintadas sobre madera. Orléans es una ciudad al más puro estilo francés, está muy cerca de Paris, aunque es muchísimo menos ajetreada y turística. Es genial por que, al ser tan tranquila, puedes relajarte entre semana y centrarte también en los trabajos de clase y luego irte a París los fines de semana para ver sitios e ir de fiesta.

Además, Orléans conserva tradiciones preciosas y dignas de ver: las festividades de Jeanne d'Arc y los mercados. Hay mercados  ambulantes de todos los tipos durante todos los días de la semana, mi favorito era el mercado de antigüedades del sábado por la mañana y el de libros viejos los viernes por la tarde.

La residencia se encuentra en el mismo centro, cerca de Rue la Bourgogne, la calle con más ambiente de toda la ciudad: bares, restaurantes y salas de conciertos se encuentran aquí, es el punto neurálgico de la vida social y ocio en Orléans. Además, los estudiantes Erasmus viven todos en la misma residencia, por lo que es fácil organizar planes entre todos y conseguir que nunca te sientas solo.

La Escuela de Arte es muy buena y consta de todo tipo de equipación: escáneres de negativos, cámaras de préstamo (incluso analógicas), clases de dibujo del cuerpo al natural gratuitas, caballetes, impresoras, biblioteca, taller de grabado, impresión en risografía, máquina de encuadernar, taller, impresión en láser, salas de ordenadores con todos los programas instalados, estudio de edición de vídeo, estudio de fotografia, sala de revelado, sala de exposiciones, etc.
El sistema de estudio dista bastante del de la Escuela de Castellón, pues se fomenta mucho la creatividad, la libertad expresiva y la justificación teórica y filosófica de las diferentes elecciones que tomamos en nuestro trabajo. Al fin y al cabo, se refuerza mucho nuestra faceta artística.

Mi experiencia ha sido que cada día he conseguido forjar más amistades tanto con otrxs Erasmus como con francesxs, cada día ha ido de mejor en mejor. Me he sentido muy integrada y adaptada, gracias a la ayuda de mis buddys, amigxs francesxs, coordinadora Erasmus y profesorxs. Todxs lxs Erasmus que éramos coincidimos con que no hubiéramos podido escoger mejor escuela ni mejor ciudad, realmente ha sido la experiencia de mi vida. Me encantaron las tardes a las orillas del Loira, los paseos en bici por las rutas, las visitas a los museos parisinos, los martes de cenar pizza todxs juntxs, los viernes en La Rue La Bourgogne, perderme por las calles del centro...
Creo que nunca te puedes arrepentir de decidir hacer un Erasmus, es una experiencia que siempre te aportará beneficios, aprenderás a adaptarte, a ser más empáticx y  a comunicarte en más idiomas; en definitiva, a ser más abiertxs.
Yo estaba muy indecisa al principio, antes de irme, creía que me costaria muchisimo más adaptarme y pensé en que si llegaba y no me gustaba siempre podía volverme. Y fue llegar y sentirme muy acogida, ni se me ocurrió volver a España, decidí que me quedaría para aprovechar al máximo esa oportunidad, me he sentido muy afortunada.

Me voy con amistades para toda la vida y con la determinación de volver a Orléans. Agradezco mucho haber conocido las personas que he conocido y haber aprendido lo que he aprendido, que me servirá para siempre.







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